Muy llamativa esta gira del genial Vinnie Moore puesto que no se ha tratado de un paso por las habituales ciudades de conciertos. Junto con su fecha de las islas Canarias este era su único aterrizaje en territorio estatal, por lo que nos tomamos este concierto como un lujoso regalo exclusivo para los más exquisitos paladares musicales. Un largo cuarto de entrada pasado congregaba a verdaderos amantes del virtuosismo y de la música de calidad en un día en el que Overkill con su actuación en Durango se encargó de hacer una criba que eliminó a los seguidores más duros. También la mayoría de la prensa se debió dar cita en Durango, puesto que me sorprendió no ver prácticamente a ningún compañero en una noche donde no había photo pass para ningún medio. Así que el encuentro fue limpio e íntimo entre verdaderos melómanos y los cuatro grandes músicos que pisaron las tablas.
Antes fue MST, la banda vizcaína tributo a Michael Schenker, la que nos brindaría su buen hacer con el regusto propio del rubio alemán. De hecho, su guitarrista guarda un buen parecido físico con él, a lo que si añadimos el feeling tan especial que es capaz de emular, más una técnica sobrada con la guitarra, comprenderéis que a falta del original se trata de una banda que refleja más que con dignidad temas como “Let It Roll” o “Lights Out”.Lo que luego veríamos de Vinnie Moore no iba a tener ningún tipo de relación con su actual andadura en UFO, con lo que por si alguno esperaba temas como “Doctor Doctor” o “Rock Bottom” pudo desfogarse con este telonero que se mostró como rodado combo metiéndose en la piel de uno de los grandes nombres. Por supuesto que también nos brindaron un “Assault Attack” de altura.
El decorado cambiaba con el cuarteto que salía a escena, formado además de por el nombre principal de la noche por músicos de desbordante clase. Tal vez el más desconocido sea el bajista Lars Lehmann, pero fue todo un coloso que nos hizo alucinar con sus cuerdas en más de una fase del concierto. Más os sonarán a todos los nombres de Aquiles Priester, batería de Angra, y Mike Dimeo que además de demostrar en bandas como Riot o Masterplan ser un cantante con una imponente voz esta noche se mostró como un teclista a la altura del virtuoso hacha con el que tuvo que batirse en duelo en más de una ocasión. Para nada se centró Vinnie Moore en presentarnos su último trabajo “To The Core”, sino que hizo un selecto repertorio de temas de sus discos en solitario principalmente, con alguna amenizante y talentosa versión de clásicos verdaderamente grandes de la historia del rock.
Comenzamos echando la vista a un pasado no del todo reconocido con “With The Flow” para retroceder después hasta su primer álbum de 1986 con “Day Dream”, presentado con cariño por el guitarrista 24 años después. Desde este momento ya nos dimos cuenta de que independientemente de los temas elegidos lo que nos iba a encandilar era la forma de hacerlo, dado el nivel de los músicos y el del propio guitarrista. Absolutamente impecable, demostrando por qué en este mundo de la música donde toda técnica puede ser igualada puede haber quien se siga manteniendo por encima del resto. Y es que además de ser un infalible guitarrista, Vinnie Moore también tiene su propio tacto, lo que le distingue dentro de sus influencias neoclásicas. Tampoco es un hombre cerrado que se niegue a la fusión en temas progresivos como “The Maze”, donde ver tocar a Aquiles su batería cambiando constantemente los ritmos fue un espectáculo, como lo fue el duelo que le quiso plantar Mike Dimeo al propio Vinnie con un solo de teclado inmenso.
Precisamente el vocalista se hizo cargo de la voz en “Maybe I´m Leo” de Purple, en una tesitura alejada del potente heavy metal para el que su voz parece haber sido concebida, pero que nos demostró que cuando hay calidad uno se desenvuelve en cualquier terreno como un maestro. “Rain” nos devolvió al plano instrumental en esta noche que era un goloso caramelo para los amantes de la mejor música. Y todavía quedaba mucho tramo para alternar diferentes facetas que no hicieran nada lineal un concierto principalmente instrumental. Por ejemplo, enlazaron “Ridin´ High” a “All Right Now” de Free. Puede que la intención fuera la de que el público cantara, pero ante tanta calidad musical frente a nosotros siempre se tiende a admirar más que a participar. Así que no les debe sentar mal si el público se mostró un poco apagado. Para continuar con esa esencia Dimeo se hizo cargo exclusivamente del micro para cantar “Rock Steady”, esta vez de Bad Compay. En “Saved By Miracle” Aquiles se desató en un solo de batería muy técnico y a la vez cargado de su metalera fuerza. Y también había espacio para Lars Lehmann que en un tema de mucha fusión como “Check It Out” se hizo un solo de bajo alucinante.Aún nos quedaba tiempo para seguir con la boca abierta porque la interpretación del vocalista de la noche en “Midnight Rain” fue imponente justo antes de dar un pequeño giro con la balada “Over My Head”, primera representación de ese último en solitario de Vinnie Moore “To The Core”. “Cinema” y la dedicada a Jimi Hendrix “Time Traveller” fueron el preámbulo al falso final con la también nueva “Off The Hook”.
Entonces fue cuando el público se desató tras la expectación con la que había seguido el concierto. No tardó demasiado en regresar el grupo con la versión de Jimi Hendrix “Fire”, el tema que más respetó el sentir original de entre las cuatro versiones que interpretaron, pero fue aderezada por solos descomunales, con especial mención otra vez para el bajista, que nos hizo aquí una demostración de las más espectaculares que yo haya visto nunca con las cuatro cuerdas. Cuando la banda se volvía a retirar los gritos del público les hicieron volver a salir. Dimeo pregunta cual es el tema que queríamos, ante lo que nadie responde. Ya digo que en estos conciertos a la gente no le importa demasiado, simplemente que toquen, porque lo hacen como los ángeles. Supongo que alguien de las primeras filas vería en el set list “Meltdown”, que fue casualmente la que pidió y la que despidió esta magistral sesión.Puede que Vinnie Moore no sea uno de los guitarristas más revolucionario de todos los tiempos, pero la calidad siempre le ha avalado y poder disfrutar de una noche de música tan perfecta, bien rodeado para ello, te puede hacer sentir en una nube musical, recogiendo unos sonidos procedentes del cielo. Un cuarteto que además del nivel técnico demostró una estupenda conjunción para deleitarnos y emocionarnos.
Texto: ANTONIO REFOYO
antonio@lamiradanegra.es
Fotos: MARI JOSE MARTIN
mari@lamiradanegra.es
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