9/10
7,5/10
Les hicieron las veces de anfitriones R.I.P.T.U.S. Una nueva banda vizcaina que apuntar a la repleta lista de la que gozamos por estos lares. Para ser sincero, no voy a negar que en este caso pienso que la banda aún está en periodo de hacerse hasta que podamos dar una valoración definitiva, pero demostraron tener intención de encontrar un estilo propio en una honda de thrash metal que no asimilaría de primeras a la influencia de una época concreta.
La banda no se cierra a nada, como demostraron versionando un tema tan alejado en principio de su estilo como “Message In The Bottle” de The Police. Además lo tocan guardando el lazo de unión con la original y aportando la agresividad propia de la banda. No fue la única versión, ya que “Vivir Es Un Ilusión” de Hamlet fue con la que terminaron, esta más propia de lo que podemos esperar de R.I.P.T.U.S. 
En lo que se refiere a su propio repertorio, en una sala con bastante color en cuanto a público, se fueron sintiendo más cómodos a medida que fue pasando la actuación. Por ello me quedo con temas de la mitad en adelante. De esta manera caldearon el ambiente y transmitieron mucha complicidad tanto con su gente como con la banda que veríamos después, ya que no adoptaron un papel nada protagonista. Les intentaremos seguir la pista para ver por dónde van definiendo su sonido.
Aunque, como ocurre en estos casos, parte del público abandonó la sala después de la primera banda, el ambiente no se quedó nada frío. Después De Todo van cosechando fieles seguidores, de esos que ya no les abandonarán nunca, ni se perderán un concierto siempre que puedan. Solo hubo que ver el número de personas que cantó todas las canciones, viviendo este concierto de modesto precio (6 euros) con más intensidad que muchos de los que esperan horas por una entrada para ver a su banda a distancia en un gran pabellón. Por eso insisto en que si te gusta la música no te puedes perder lo que se está cociendo en el día a día, porque esto es auténtica realidad del metal en este país.
Estos maños están ahora mismo en disposición de dar un concierto con las máximas garantías, con una potencia abrumadora, sonando compactos como cualquier banda que se pueda permitir el lujo de vivir de ello. Así nos los demostraron desde el inicial “La Voz De la Inocencia”, aunque con algún problema de acoples que se solventó para “Vuelve A Mi”. Una toma de contacto consistente, que nos preparaba para un concierto que iba a ir subiendo a medida que avanzaba el repertorio.
La banda se iba sintiendo más cómoda mientras que iban cayendo auténticas bofetadas como “En Llamas”. Por cierto, que en lo que se refiere a ese sentimiento especial que distingue al grupo y que tan bien se plasma en sus discos, hay que decir que el directo demuestra que no hay ni trampa ni cartón. La banda es tan natural como la percibimos en vivo, con mención aparte para la personalidad de la voz de Pedro. No es que sea un vocalista excesivamente exagerado en sus gestos, pero pone el corazón en todo lo que canta, para lo cual posee una privilegiada voz que se hace personal tanto en la melodía como en esos tonos agresivos donde cada vez es más difícil diferenciarse. Es un exponente del grupo tanto en estudio como en directo, pero también hay que mencionar la escolta de sus compañeros, con un destacado Rubén a la batería que, además de demostrar cualidades, disfruta como un enano. Todo eso se transmite a una concurrencia que se iba entregando a los brazos del grupo. Lo sentimos por el que decidió marcharse una vez pagada su entrada.
Lograron una comunión con sus seguidores que no siempre se da de una manera tan cálida cuando no estamos hablando de masas, sino de un público al que verdaderamente temas como “16 Años”, “Reflejo De Locura” o “Religión” les ponen la piel de gallina. Un público que aún mantiene fresco en la memoria “Un Minuto Más”, tema que sirvió para que en muchos quedara grabado el nombre y el estilo de Después De Todo y que parecía suponer el fin de la noche después de haber simulado ya anteriormente su marcha del escenario. El problema es que la sala Edaska no permite a los músicos esconderse tras bambalinas ni irse demasiado lejos.
Con los gritos de beste bat arreciando el grupo, agradecido, encantado, emocionado... volvió a salir a escena con una sonrisa de oreja a oreja. La respuesta del público fue sensacional, con unos incondicionales en las primeras filas que se dejaron la piel junto a ellos. Tan solo esa entrega y ese calor es lo que necesita una banda que siente lo que hace para devolver con creces lo que el público les pueda dar, porque no solo se desquitaron del mal sonido inicial reinterpretando “La Voz De la Inocencia” esta vez con mejor sonido y los músicos más sueltos, también nos brindaron de nuevo “Hijos De Un Dios Menor”, con tantas ganas o más que la vez anterior.
Cuando entramos en la sala comenzaban su actuación Jaded Heart, con lo que pido disculpas por no poder comentaros el concierto de Seven. Pudimos apreciar que los melódicos metaleros se van ganando unos cuantos seguidores con sus notables trabajos y sus giras. Hacía unos meses que habían estado junto a Brainstorm y Primal Fear por tierras navarras y a buen seguro que más de uno de los que hoy estaba en la Rock Star Live estuvo entonces en la Totem. Eso conlleva que la banda pueda disfrutar de un público que canta muchas de sus canciones, obteniendo una posición de telonero de peso para una banda como Rage.
El hecho de que fuera fin de gira nos ofreció un espectáculo bastante especial. Comenzando por unos carteles escritos a mano donde se podían leer lemas la mar de estúpidos, que componentes de las otras bandas salieran en medio de la actuación de estos barriendo el escenario o la colocación tardía de un cutre telón con letras hechas de cinta aislante que rezaba Jaded Fart. Me pareció más un cachondeo propio que algo con los que disfrutar con el público.
Eso no evita que la actuación cuajada por la banda fuera digna. Creo que la voz estuvo demasiado alta, pero por lo demás, los seguidores pudieron disfrutar de canciones como “Hero” o “Freedom Call” con un teclista muy presente también en los coros, sin ayudas extras para el directo. Consiguieron levantar palmas en muchos momentos, pero tampoco me dio la sensación de que estuvieran muy metidos en la descarga. Lo que sí me hizo gracia fue que unos pipas desmontaran la batería mientras interpretaban el último tema. Por cierto, no se si la gente se percató de que uno de esos encapuchados era André Hilgers, batería de Rage, que frente al escenario pidió el apoyo del público. Sin más.
Pero lo que me dejó frío de verdad fue ver el set list de Rage colocado en el escenario y solo aparecer 12 temas. Supuse que al final rescatarían algunas canciones de su dilatada carrera de memoria y me dispuse a disfrutar de una banda impecable en escena. Sigo echando de menos a Mike Terrana, no lo puedo evitar. En cualquier caso, como no podía ser de otra manera Hilgers se mostró mucho más acoplado que en la última ocasión que les vimos en esta misma sala. Demostró estar a la altura en cuanto a técnica y diría que ha sacado más bola desde que entró en el grupo.
Peavy Wagner tiene la suerte de estar siempre contento con lo que acaba de realizar. Puede que esa sea la clave de ser un hombre tan sonriente. El grueso de la descarga se la dedicaron con total ilusión prácticamente a su última obra. Sigue siendo increíble la forma en la que interpretan temas exigentes con gran sonido y total fidelidad al disco. Agradeció Smolski que la gente aceptara sus nuevos temas, algo siempre complicado cuando llevas más de 25 años de carrera con clásicos que nadie puede olvidar. Fue de quitarse el sombrero la interpretación del extenso “Empty Hollow”, aunque la orquesta estuviera grabada. Metal progresivo en estado puro con un Victor Smolski que dejó una vez más boquiabiertos a propios y extraños. Este tío clava hasta los solos y demuestra que aunque no tenga una carrera en solitario que le haya dado el nombre de otros compañeros, es uno de los mejores guitarristas de este planeta.
Hay que decir que la gente respondía con temas nuevos como “Hunter & Prey” o “Saviour Of The Dead”. Se nota que mucho público del que Rage arrastra se ha incorporado en los últimos años y eso juega en su favor. Porque si no sería inexplicable como la gente pudo pasar por alto todo lo que el grupo se dejó en el tintero. También con alguna coña de fin de gira, como que los componentes de Jaded Heart salieran disfrazados con la perilla de Peavy Wagner, que suplanta a la melena que llevara en su día, o posteriormente ofrecieran algo para picar a los músicos en plena interpretación. Eso sí, para la gente solo calló un condón, que espero no estuviera usado, y que ni se inmutó cuando tras la interpretación de “Set This World On Fire” se marchaban del escenario cuando llevaban escasamente una hora sobre las tablas. Además se comieron la inicial parte lenta del tema. Más que disfrutar diría que tenían prisa por irse a casa. Hasta aquí, éste junto a “Straight To Hell” se pueden considerar clásicos recientes del grupo; y como tema verdaderamente mítico tan solo podemos contar “Higher Than The Sky”. Quitando esa salvedad pareciera que teníamos delante una banda con 4 discos a sus espaldas en vez de con 19 y con 10 años de carrera en lugar de 25, que es lo que realmente arrastran.
¿Dije 12 temas? Solo tocaron 10 finalmente sin incluir la broma de despedida que hubiera estado muy bien de haber dado el do de pecho con anterioridad. El caso es que la gente no les reprochó nada y se marchó de la sala como si tal cosa. No se si no tendrían en cuenta que hablamos de una banda con multitud de discos que dan para mucho más que para poco más de una hora en escena. No estamos hablando de una banda de temas cortos ni de una intensidad suprema y nunca le faltó a Peavy el parón entre tema y tema para dedicarnos el gracias amigos habitual y algunas palabras. Es verdad que como músicos de directo siguen impresionando, pero creo que en algún festival a las 3 de la tarde les he visto tocar más tiempo que en esta gira propia. El carisma de la banda les puede salvar una vez, porque la entrada no fue muy considerable para verles presentar su nueva obra y con un recuerdo así alguno de la vieja guardia emprende la retirada. Un repertorio más compensado con más temas y de distintas épocas creo que se les puede exigir.
Dejó muy buen recuerdo el paso de Bonafide como teloneros de Crucified Barbara, con mucha gente que valoró más su actuación que la de las propias chicas. Parece que vivimos tiempos en lo que todo lo que suene a rock clásico tiene auge, lo cual es muy positivo para que bandas incipientes con mucho que ofrecer dentro de este estilo consigan asentarse. En el caso de Bonafide hablamos de una primera gira en solitario por territorio estatal aún modesta; en salas con reducido aforo, pero que, dada la aceptación que están recibiendo y viendo en lo que se están convirtiendo primos hermanos de estilo como Airbourne, puede ser solo la primera piedra para un grupo que promete asentarse a nada que de continuidad a lo hecho hasta ahora.
Fue una pena que Lex Makoto no actuaran como teloneros tal y como se anunció en un principio, porque hubiera sido un complemento fantástico y nos hubiera amenizado una larga espera hasta las 22:15 de la noche en que los músicos aparecieron en la sala. La explicación a este retraso es tan lógica como el agotador viaje que tuvieron que realizar desde Barcelona llegando a la capital vizcaina apenas 2 horas antes de salir al escenario, con pruebas de sonido y demás historias por medio. A eso le podemos añadir la entrevista que nos concedieron, con lo que también me podéis echar algo de culpa. En cualquier caso, retraso perdonado aún tratándose de un domingo previo a la dura jornada laboral del lunes para muchos.
Pero Bonafide ya tienen un disco anterior que prácticamente nadie conocía en el recinto. Por eso fueron más cantados los temas nuevos como “No Doubt About It”, “Dirt Bound” o “Hard Living Man”. Una mención aparte merece “Fill Your Head With Rock”, que es todo un himno al rock and roll cargado de las mejores vibraciones. Lo único que le reprocho al grupo es no haber dejado únicamente a la concurrencia cantar en algunos de estos momentos, porque El Balcón De La Lola llegó a atronar y el grupo interpretó siempre los temas íntegramente. Eso no significa que la banda no tuviera sintonía con la concurrencia, ya que incluso ....... se paseó con su guitarra entre el público al más puro estilo Angus Young. Sin embargo, tal vez el cansancio de la gira y del largo viaje les hizo centrarse demasiado en tocar.
Los suecos demuestran ser verdaderos apasionados del rock de siempre. Aprovechó el vocalista para dedicar “Can´t Get Through” a David Coverdale, mientras que la macarra “Stright Shooters” fue para Lemmy Kilmister. Nos tenemos que dar cuenta de que, aunque todo el mundo ya los asocie al rollo AC/DC, Bonafide tiene influencias de toda buena banda de hard rock que haya pululado por el planeta. Ahí quedó reflejado en el blues “Big Boss Man”, solapado a guiños al “Rock & Roll Is Not Polution”, pero también al “Black Dog” de Zeppelin para terminar con el “Nice Boys Don´t Play Rock ´N´Roll” de Rose Tatoo, explosión tras la cual la banda, a falta de camerinos, se metió en la zona peligrosa, que en esta sala son los baños. No se si por precaución o no, pero no tardaron en volver a escena con el sonido eléctrico de la guitarra por delante. Fueron “Can´t Explain” y “Loud Band” con las que dijeron adiós al escenario, porque a nosotros nos querían ver después en el puesto de merchandising para intercambiar unas palabras, hacerse fotos y recibir la merecida aprobación de esos seguidores que siguen ganándose sin distinción de ningún tipo. Este rock a día de hoy sigue atrayendo a los viejos rockeros y también reverdece en las nuevas generaciones gracias a nuevas bandas y a la persistencia de los de toda la vida. Pudimos ver en la sala un equilibrado número de féminas y barones comprendidos en un amplio margen de edad. Salimos en busca del último tren del domingo por la noche con el calor del público aún muy encendido por mano de una banda con mucha facilidad para prender.
8/10
7'5/10
8/10
Haciendo caso a todas las peticiones, que han sido muchas, se va instalar una pantalla de 3 x4m para poder ver el partido de futbol entre Real Madrid y Barcelona. Desde la organización del festival queremos hacer llegar que no estamos del todo de acuerdo con esta petición, por la simple razón del respeto hacia los grupos, pero las peticiones han sido muchas y como dicen que el cliente siempre tiene la razón... Se ha intentado dar una solución, pero no podemos hacer un parón en el festival para ver el futbol por el problema de los horarios que tenemos en Castellón(que ya todos conocemos).
