A las once y cuarto más o menos y con una escasa afluencia que rondaba las 30 personas (¿quizá por la repentina tormenta de lluvia y rayos que cayó sobre Murcia desde las diez de la noche?), empezaron los murcianos Advermix con la descarga de sus temas más tralleros a lo largo de sus 50 minutos de show. Nos presentaron temas de su EP “Gates to Transylvania” con un sonido general bastante bueno durante toda la noche y muy animados pese a que la entrada no acompañase. Servidora desconocía el estilo salvaje que practican estos chicos y he de decir que me dejaron muy impresionada: ambos guitarristas son excelentes y le dan muchísima velocidad a esas bases thrashers. Menudos punteos y solos se marcaron Juan y Carlos, de 10.
Mención especial a su cantante Miguel: flaco, altísimo y con un salero más propio de verbena que del mundo del metal. Pero para nada descalificable, al revés: se marcó unos chistes entre tema y tema y continuamente bromeaba con los allí presentes, en su mayoría colegas de la banda, que incluso subieron en algún que otro momento a cantar al escenario (con poca fortuna, todo hay que decirlo, jaja).
Rompiendo la línea del concierto tocaron “Ace of Spaces” de Motörhead, que destacó por diferente entre sus temas “War inside my Head”, “Evil One”o “Manhate Philosophy” como los más representativos. El final llegó introducido por un famoso diálogo sexual de la película Reservoir Dogs a eso de las doce de la noche. Para terminar nos regalaron un bis extra que consistió en “The trooper” de Iron Maiden. Buen broche y generoso aplauso totalmente merecido el que recibieron al bajar del escenario para dar paso a la banda asturiana Darksun.
Tras preparar los instrumentos y el ordenador que haría las veces de teclado, sonaba la intro de “Tocar el Sol”, su último cd recién salido del horno para dar paso a “La luz interior” y “Camino a las estrellas”, las tres en igual orden que en el disco. Ambos temas son muy pegadizos, con unos estribillos melodiosos y de una factura impecable. Ésta última es mi favorita y tiene pinta de convertirse en imprescindible, o eso espero. Para romper la tónica llegaría “Miedo” precediendo a “Frágil”, grito de denuncia hacia los abusos a menores con un cambio de registro a mitad de tema muy bien integrado con el resto de coros habituales en la banda.
“Al morir los sueños” sería la última novedad hasta la llegada del bis; mientras, les tocaba el turno a clasicazos como “Dentro de ti”, muy aplaudida, “Libre como el amanecer” y la balada “A donde van las almas”, donde un recogido Dani G. se colgó la acústica y nos regaló un momento muy íntimo y personal. Tras la correspondiente ovación escucharíamos y corearíamos mucho “Huellas en la arena”, “Como el viento” y “Lágrimas de un ángel” antes de despedirse con “Parasiempre”.
El público estuvo muy entregado en respuesta a los lances de Tino Hevia, muy en su línea, muy activo, al igual que David Figueiras. Adrián, el recién incorporado bajista, se mantuvo en un discreto segundo plano a un lado del escenario pero eso sí tocando con mucha maestría pese a su juventud. Jose en su batería, como siempre también, con mucha garra. Casi sin irse del escenario y tras azuzarnos para oírnos gritar “otra, otra” volvieron a sus puestos para regalarnos las nuevas “Ánima” y “Tocar el sol”, que suenan muy bien en directo y la gente acompañaba con sus palmas y coros.
Se presentía el final con los grandes de los grandes y para “El legado”, “Corazón de dragón” y “El lado oscuro” subieron unos cuantos fans a cantar con el grupo, mover sus melenas y participar del gran ambiente de complicidad entre músicos y público. Pasaron desapercibidas esas ocasiones en que Dani confundía algún que otro párrafo en alguna que otra canción gracias a la tremenda conexión que establecen entre ellos y con nosotros. Entre silbidos, aplausos, gritos, vivas y demás saludaron todos juntos y se despidieron hasta la próxima.A modo de resumen diré que fue una total presentación del nuevo disco, sonaron muchas de las canciones y además con una muy buena acogida. La calidad de voz de Dani estuvo a un nivel superior respecto a la última vez que tuve ocasión de verles y en conjunto fueron muy sólidos. Cada vez me gustan más en directo, van mejorando paso a paso. Ahora sólo falta que el público les demuestre todo lo que valen (que es mucho) acudiendo a sus conciertos y comprando sus discos, sobre todo este “Tocar el sol” que rebosa esfuerzo, trabajo y calidad por todas partes. Mi apoyo incondicional ya lo tenían, ahora les deseo mucho éxito en adelante. No merecen menos.
Texto: Sonia Cigüenza
Fotos: Jesús Bellón
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