Hora .22:00, día 26 de Noviembre. Valladolid, pabellón, Huerta del Rey. El mago del heavy descubre su escenario para mostrar su presencia dominante, cetro en mano, el cual maneja a la perfección, casi como la espada que usa durante la actuación."Shool´s out" abre la noche con la contundencia y claridad de quien conoce bien el directo. "Theater of Death", es el nombre del espectáculo, sonido puro, limpio, potente, sin exceso de wattios (a veces inútiles si sólo sirven para crear ruido) pero con una puesta en escena digna de losmejores artífices de la interpretación.
Alice Cooper, mostró su profesionalidad sin por ello, dejar en segundo plano su música. La banda que le acompañaba, formada por Chuck Garric (bajo), Damon Johnson (guitarra principal), Jimmy de Grasso (batería) y Kerri Kelli (guitarra secundaria) estuvo a la altura de las circunstancias. Músicos con amplia experiencia en varias bandas como Damon con Aerosmith, Van Hallen, Skid Row, entre otras. O el batería Jimmy de Grasso en Y&T y Ozzy...
El tema "Poison" no se retrasó demasiado en su aparición cosa que el público agradeció enormemente porque el ambiente estaba ya bastante caldeado. Más tarde pudimos ver al versátil Alice con maracas en mano y una indumentaria muy propia (gran sombrero de plumas y casaca) interpretando "Go To Hell", entre varios de sus temas. "Freed My Frankenstein" con un cíclope en escena, "Billion Dollar Babies" con un pincho lleno de dólares, y Alice Cooper ondeando la bandera de España, 
en definitiva fue un espectáculo lleno de glamour en el que se repartieron collares, hubo grandes globos sobrevolando al público con serpentinas al estallar....Una vez más el señor de la serpiente no defraudó y demuestra que los años no son un lastre en su carrera. Alice Cooper no afloja, y aunque no es excesivamente novedoso, yo personalmente me quedo con lo que ofrece porque cada espectáculo suyo es garantía de diversión y buen sonido.
Acompañado en todo momento, en las coreografías por su hija ,Calico, ella dió la nota cómica y al mismo tiempo artística a las interpretaciones de cada tema. Unas veces disfrazada de bailarina, muñeca, enfermera o ninja, supo divertir al público que en más de una ocasión aplaudió la hazaña escenográfica de la chica.Esperemos que no tarde mucho en volver a deleitarnos este maestro que con sesenta y dos años aún tiene carga y tralla para hacer del rock lo que alguna vez fue. Me queda la duda de la guillotina, bonito truco, aunque sigo pensando....
Texto: Marisa Nebreda
Fotos: Carlos Marcos
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