review: LAIA (II)

7,5/10

Después de un sorpresivo debut que les hizo entrar en la escena del metal euskaldun haciendo bastante ruido, llega el momento de que los ecos de Laia no se apaguen con su segundo trabajo. Haciendo honor a la sencillez que la banda ya desprendiera en su primer disco, no nos extraña que el título de este segundo vástago sea simplemente “II”. Sin embargo, la banda demuestra un crecimiento y alguna que otra sorpresa, aunque en el cómputo global podemos decir que nos hemos encontrado con una evolución lógica de su primera obra.

De todas formas, el grupo parece que quiere llamar nuestra atención de inicio con un tema demasiado oscuro para lo que podríamos esperar como es “Nire Leihotik”, precedido de una caja de música que se abre a modo de intro. También sorprende aquí la utilización de falsetes por parte de Juanmi a la vez que parece buscar por momentos una mayor agresividad en su forma de cantar. Sin embargo, en “Geroaren Hazia” nos topamos con los Laia melódicos que recordábamos. Esos que a base de sencillez entran en el oyente de forma directa con composiciones de fácil digestión, pero no por ello comerciales. De hecho, si en la superficie apreciamos esa nitidez de unos músicos abriéndonos su alma, lo más importante lo hallaremos si buscamos en lo profundo de temas que tienen como mínimo significado, como comprobaremos en el caso de “Denboraren menpe”; pero que forman su verdadera fuerza cuando añaden un sentimiento totalmente sincero y contagioso como comprobarás en “Azaroak 2”, en el que tenemos a unos Laia más al desnudo en el inicio de acústicas, o en “Bidearen Amaieran”, de los más completos del disco en todos los sentidos. También merecen mención “Ezer Esan Gabe” o el cantado a medias en euskera y catalán “Iparra Eta Ekia”, un nuevo detalle sin más parafernalia añadida, pero que contribuye a aumentar el valor del disco. Si la melodía es parte importante de la música del grupo puedes comprobar que tampoco les falta agresividad si así lo requieren como en el caso de “Ez Dago Bueltarik”, finalizando con otro nuevo guiño especial con “Zirkua”.

Y es que resulta que hay más detrás de estos temas de lo que te pueda indicar la ligereza con la que te llegan. Una pista importante está en esas guitarras que unen sin ningún lioso nudo metal y punk, rock directo y libertad creativa para avanzar siempre en la dirección que al grupo se le antoje. Sin perder el norte.

ANTONIO REFOYO
antonio@lamiradanegra.es