Parece mentira. Uno que se puede jactar de haber visto a Barón Rojo en repetidas ocasiones, de repente se dispone a asistir a un concierto suyo como si fuera la primera vez. Y es que el original es siempre el original. Suelo vivir mis aficiones con verdadera pasión, pero os puedo asegurar que esta vez tenía el gusanillo en el estomago de un niño que va por primera vez a ver a sus ídolos. Eso que comenzaba a sentirme mayor para ver las cosas así, pero poder ver a José Luis Campuzano “Sherpa”, Hermes Calabria, Carlos de Castro y Armando de Castro juntos despertó en mí sensaciones que desde la adolescencia había dejado atrás. No me imagino el acto religioso que esto pudo suponer en La Riviera madrileña a tenor de la gran vivencia de esta noche en la sala Rock Star Live, aquí con tres cuartos de aforo.
Colocado en las primeras filas me vi rodeado por un montón de chavales y chavalas que apenas llegarían a la veintena. Una gran noticia que Barón Rojo siga despertando expectación entre los jóvenes, mientras que gente de todas las edades se colocaba un poco más atrás. Muchos recordando conciertos de los 80. En cualquier caso, todo el público respondería con furor en una cita muy especial para los que no pudimos verles ni en Zaragoza ni en Madrid (también días atrás en Galicia ofrecieron una actuación ante 7000 almas, lo que pudo ser indescriptible). No es para menos cuando nos descargaron 29 temas de los cuales ninguno deja de ser pieza clave en el heavy metal de habla hispana.Sin ir más lejos tenemos el inicio de “Concierto Par Ellos”, comenzando a sonar sin que lo músicos aún se vieran en el escenario y provocando la explosión de sonido y luz en la que se convirtió la sala Rock Star Live. Un principio que no nos permitía relajación de inicio como amantes de estos temas. Percibí que desde mucho tiempo esta iba a ser la primera vez que terminara con la garganta verdaderamente tocada al final del show.
No sería cierto decir que de principio a fin la banda ralló a igual altura. Hubo temas que resultaron pletóricos, temas a un nivel más esperado y algunos momentos en los que el grupo resintió un tanto el paso del tiempo. Largo se hace ir mencionando tema a tema todos los interpretados en esta visita de gira 30 aniversario, que solo es la excusa para una reunión no anunciada, pero sí esperada y deseada. La gente siempre estuvo con la banda y las tres horas de concierto se nos pasaron casi sin darnos cuenta entre temas como “Tierra De Vándalos”, “Campo De Concentración” o “Las Flores Del Mal”. Para mi sorpresa fue Sherpa el que más se dirigió a la concurrencia con Armando, muy elegante esta noche, menos comunicativo. El bajista y vocalista dejó lindezas como las de parece que los que antes éramos los malos ahora somos los buenos. No me preguntéis si se refería a la situación suya y de Hermes con respecto a Barón, el caso es que fue la forma de terminar “El Malo”, un primer momento en que los brazos levantaron la emoción en la sala.
A ese calor se unió “Hermano Del Rock & Roll”, tras el cual “Buenos Aires” no llegó a enganchar del todo. Fue una de las instrumentales de la noche, que diría que fue superada esta vez por “El Barón Vuela Sobre Inglaterra” y por un sorpresivo “Efluvios”, que Armando presentó como un tema escondido en el primer disco de Barón, pero al que Sherpa le dio verdadera importancia. Les quedó bordada.Tras “Se Escapa El Tiempo” y “Satánico Plan”, “Son Como Hormigas” fue de los más cantados por todos. Si las letras de Barón siempre han ido contra el poder, esta es una de las más explícitas y ha calado hondo por estos lares. A “Rockero Indomable” le continuó un “Tierra De Nadie” que me pareció la mejor interpretación de la noche. Sherpa sacó toda su esencia de esa voz y, aunque no sea de sus clásicos más conocidos, fue inmensa. Posteriormente esa voz se resentiría un tanto, lo que quedó patente en “Hijos De Caín”, pero recibió buen apoyo en Carlos De Castro, que diría que con ese reposo cantó mejor que en los habituales conciertos de la banda. Estábamos en la fase más grande de clásicos de la noche. Entre ellos, si tuviera que elegir un solo momento que desbordó las ganas del público, ese fue “Breakthoven”.
Había quien ya no podía evitar subirse a hombros de sus amigos provocando la locura. “Larga Vida Al Rock & Roll” siempre ha sido de los más recordados, demostrando esta vez que es uno de los que más luce en directo, con los hermanos realizando un espectacular juego de guitarras. “Con Botas Sucias” hasta en la peor de las actuaciones salva la papeleta y en una noche como esta tampoco se quedó a la zaga. “Cuerdas De Acero” creo que es de las favoritas de los jóvenes de las primeras filas a tenor de la reacción que vimos a nuestro alrededor, que luego ya llegaría “Los Rockeros Van Al Infierno” para que todos al unísono gritáramos de la manera más estruendosa que yo recuerdo eso de mi rollo es el rock!!!Abandonaron las tablas por primera vez prometiéndonos que si pedíamos más se nos concedería, después de dos horas de concierto sin descanso, con la banda interpretando los temas sin más añadido a lo que encontramos en sus discos. Fuera quedaron los solos improvisados o las versiones de AC/DC y Deep Purple. Tampoco hubo solo de batería de Hermes, cosa que sí ocurrió en Madrid. El concierto tuvo mucho ritmo y no dio descanso a unos músicos que a tenor de su aguante sobre las tablas están en buena forma. Ya quisieran algunas nuevas bandas mucho más jóvenes. No hace falta que de nombres, léete alguna crónica muy reciente de esta web.
Regresaron con “Barón Rojo” recibida con tantas ganas que se diría que el concierto volvía a comenzar. Aquí tuvimos ese himno llamado “Resistiré” que sigue siendo unánimemente aplaudido entre todos los seguidores de la banda. También intercalaron “Czardas” junto al mencionado instrumental “Efluvios” con “Incomunicación” y ese siempre significativo “Siempre Estás Allí”. Tampoco diría que fuera esta vez de los mejores de la noche. Siempre recordaré este tema en Botica Vieja en fiestas de Bilbao, bajo la lluvia, el día que se grabó “Desde Barón A Bilbao”. Solo una excepción.La banda volvió a marchar del escenario, pero todavía quedaban “Desertores Del Rock” y “Casi Me Mato”. Nada en contra de sus interpretaciones, pero tal vez quedara mejor para terminar un “Resistiré” o “Los Rockeros Van Al Infierno”, ya que sería la única forma de terminar con el ánimo verdaderamente arriba después de tantos clásicos de una altura aún no alcanzada por ninguna otra banda estatal.
La imagen final la pusieron los cuatro barones juntos en el escenario saludando a su público. En contra de lo que se pueda pensar, dadas las relaciones tirantes desde hace muchos años entre las dos partes diferenciadas de la banda, hubo feeling en el escenario. Pudimos escuchar halagos mutuos entre Sherpa y Armando y alguna sonrisa bastante condescendiente. Ojalá se empiecen a encontrar agusto después de esta reunión que siempre estuvo en duda y hagan lo que todos sus seguidores desean: un nuevo trabajo de estudio con los miembros originales. Mientras que la banda siga girando con dos formaciones parece que eso está lejos de ocurrir, pero es que con esta reunión los propios hermanos de Castro se meten en un atolladero. Después de presenciar esta reunión en vivo, un concierto sin alguna de las piezas que esta noche estaban en el escenario nos va a saber a muy poco.Texto:ANTONIO REFOYO
antonio@lamiradanegra.es
Fotos: MARI JOSE MARTIN
mari@lamiradanegra.es
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