La banda transmitía mucha fuerza y empatía, y en inglés dedicaron “Heartsick” a dos guapas chicas de la 1ª fila, que ofrecieron a los músicos un par de tragos de cerveza para refrescarse. En esto que Steve Drennan, bajista, se escabulle discretamente del escenario para aparecer entre el público y tocar,
ante la incredulidad de muchos y el empane de otros tantos. Pasábamos ya el ecuador cuando sonaron “Scythe”, la cañera a tope “Burn” y “Sense The Fire”. Agradeciendo su presencia allí a Pain con sutiles gestos (recordemos que quienes inicialmente iban a ser teloneros eran Tarot), terminaron sus 45 minutos de tiempo con “Propaganda” e “In Splendour”. El sonido estuvo correcto pero podríamos haber disfrutado de unas mejores voces. Destaco el pedazo de ambiente que la banda creó poco a poco pero sobre seguro, con todos coreando al final en una atmósfera muy caldeada y propicia para el devenir de los acontecimientos.
25 minutos tardaron PAIN en deleitarnos con un magnífico espectáculo de metal industrial de mano de su cerebro Peter Tägtgren. Parco en palabras y con el pelo en la cara, desataron la locura con “Let Me Out”, “Dancing With The Dead” y “Psalms Of Extinction” como aperitivo. Alabar el muy buen trabajo de Andre Skaug al bajo (Clawfinger), temporal sustituto de Johan Husgafvel, de “baja” durante la gira por motivos familiares. Unas palabritas en inglés de agradecimiento caían de vez en cuando, pero lo normal era encadenar un temazo con otro: “Dirty Woman”, “Zombie Slam” y “End Of The Line” como entrantes… Canciones que repasaban su dilatada trayectoria pero que casi todos conocemos y por tanto disfrutamos muchísimo.
De primer plato: “Suicide Machine”, “Nailed To The Ground”, “It's Only Them” y “The Great Pretender” (el vídeo oficial es simpatiquísimo, recomiendo verlo sí o sí). Si alguna "pega" se puede poner, comentaré un par... el mejorable volumen del micro de Peter y el hecho de que fue bastante “lineal”, empezando con una fuerza brutal que mantuvo durante todo el concierto sin flaquear ni un segundo… Bueno o malo según se mire, puesto que no tuvo anécdotas o momentos puntuales fuera de la tónica habitual.
De segundo plato nos ofrecieron “I'm Going In” y “Monkey Business”, tras la que hicieron una breve pausa en la que colocaron nuevos micros más bajos, sillas y una minibatería en la que David Wallis se las veía pareciendo un niño grande. Por tanto, el primer bis no podía ser otro que “Have A Drink On Me”, con ese aire country sureño tan buenrollero. Un momento más pausado e “íntimo” que sirvió para recuperar fuerzas antes del final.
Éste se acercaba y “Supersonic Bitch” y “Fear The Demon” dieron paso al postre estrella: “Same Old Song” y “Shut Your Mouth”, presentada por el batería (que por cierto, ha dicho adiós a su melena con una corta cresta rubia) enseñando una camiseta de Pain, que rezaba en la espalda el título del tema y tirándola hacia nosotros, liándose parda y poniendo punto y final a una noche absolutamente espectacular, a la una menos cuarto. Qué prontito. =)No quiero despedir estas líneas sin agradecer a los componentes de Pain y Engel (sobre todo éstos últimos) la cercanía con que trataron a todos aquellos que nos acercamos para saludarles, darles la enhorabuena, pedirles fotos o entablar conversación. Pain salieron mucho más tarde por lo que la mayoría de gente ya nos habíamos marchado... una lástima. Habrá que repetir concierto. =D
Texto: Sonia Cigüenza Sancho
Fotos: Sonia Cigüenza y Jesús Bellón
1 comentarios:
Genial la crónica! y gracias! :)
Disfruté como un chiquillo del concierto =)
Un saludazo! \\m//
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