De nuevo gira española de un grupo europeo que llega a Alicante con un respaldo nulo por parte del público. No llegaban ni a 200 los asistentes al concierto que los noruegos
Sirenia ofrecieron el viernes 18 junto a los albaceteños
Níobeth en la sala
Nave 8.
A las 22:15 (con retraso) se descorría el telón para abrir
Níobeth con una suave intro fusionada a
“Dance of Tragedy”. Salieron algo estáticos pero con
“Tell me Lord” y
“Secrets” se animó el ambiente y, teniendo en cuenta los pocos que éramos y que su música no invita a pegar saltos y a cantar los coros (la lírica voz de
Itea es excepcional y ni de coña llegamos), nos lo pasamos bastante bien. Además, justo después llegaron la animada versión de
Mozart “The Magic flute” y la canción en japonés
“Kowasani Furuete”, donde siempre hacen algo más escenográfico (como encender una vela o un cambio de vestuario).
El sonido no dejó lucirse mucho a la voz pero los instrumentos sonaron muy definidos, sobre todo el teclado y la gaita en
“Requiem for Imogen” y el violín en
“The Awakening”, dedicada a todos aquellos que les habían apoyado desde el principio y seguido por sus conciertos.
Finalmente cerrarían con
“The Whisper of Rain”, la favorita si vemos cómo todos dábamos palmas y levantábamos los brazos al ritmo de la canción (a modo informativo recomiendo que veais su videoclip porque me ha parecido bastante cuidado). A las 23 h llegó la hora de cerrar de nuevo la cortina sobre el escenario...
Hasta que le llegó el turno a
Sirenia,
cuya característica más llamativa para nosotros es su nueva vocalista, una catalana de nombre
Pilar, alias
Ailyn, que cómo no, nos saludaría a todos en español y muy animada.
Comenzaron con garra con
“The Path to Decay”, tema que abre su último álbum (The 13th floor, de 2009) y dieron un repaso a todos sus anteriores discos:
“Sundown”,
“Euphoria” y
“Absent without Leave” sonaban potentes una detrás de otra, presentadas generalmente por
Morten Veland, fundador y principal compositor del grupo.
“The Seventh Summer” devolvía el poder del micro a
Ailyn pero de nuevo las duras voces masculinas de
Morten en
“Star- Crossed” se lo quitaba (iban turnándose al respecto).
“One by One”,
“Lost in Life” y, sobre todo,
“Downfall” dejaron claro que los arreglos del grupo son estupendos, pero se nos hizo un poco raro ver que con tanto sonido, no hubiera ni teclista ni bajista sobre el escenario.
De su primer cd sonarían sólo las oscuras
“Meridian” y
“Sister Nigthfall”, intercalando entre ellas la femenina
“Led Astray”, con lo que pudimos escuchar la clara evolución del grupo hacia sonidos más melódicos.
“My Mind’s Eye” daría paso a la primera despedida virtual, pues a la vuelta nos regalarían
“Lithium and a Lover” y
“The Other Side” en el primer
bis y en el segundo y último,
“The Lucid Door”. A las 00:50 de la noche se cerró el telón definitivamente.
Personalmente disfruté de dos buenos conciertos que se me hicieron cortos (aunque el sonido de
Sirenia estaba demasiado alto, de cerca se oía demasiado distorsionado) pero de un ambiente algo frío, éramos tan pocos... Aún así el grupo del centro sí que dábamos muestras de pasárnoslo estupendamente. Los músicos no dejaban de animar, pero había momentos en los que deseabas que en lugar de estar cómodamente sin nadie alrededor, hubiera algunos apretones con tal de hacer hervir el ambiente de la sala. Menos mal que los músicos estuvieron muy profesionales, porque otros en su lugar con tan poca gente, hubieran acortado el concierto seguro. Espero que hayan tenido en otras ciudades una asistencia acorde a su profesionalidad y calidad, porque lo que es en Alicante... Lamento decirlo, pero no es la primera vez que pasa y tampoco será la última, por desgracia.
Texto y fotos: Sonia Cigüenza