Así pues, cuando los protagonistas de la noche aún no se habían dejado ver, una voz en off nos anunciaba que el concierto iba a comenzar, las aventuras estaban apunto de desatarse... haciendo alusión también a duendes, ninfas, y trolls!, esa voz terminaba pidiendo; QUE RUJAN LOS TAMBORES!. En ese mismo instante los trovadores aparecieron sobre las tablas del (bastante grande, por cierto) escenario, con 45 minutos de retraso, ya que se alargó la finalización del primer pase de la orquesta que esa noche tocaba en las fiestas bejaranas, por lo que el comienzo de Saurom se produjo a eso de la 1:45 de la madrugada. 
Ataviados de sus trajes más metaleros, medievales y sobre todo, muy juglares, y recibiendo las felicitaciones, que desde la plaza les brindaban todos sus seguidores por sus 15 años de carrera, comenzaron a rugir los tambores (como la voz pedía) a manos del virtuoso batería Antonio para dar paso al primer disco de la banda “Legado de Juglares” con el tema “Regreso a las Tierras Medias” que comenzó cantado a cappella por el flautista, gaitero, guitarrista, corista y antiguo cantante del grupo Narci Lara. Tras las primeras frases, sus compañeros le acompañaron musicalmente como sólo ellos saben hacer. Tema muy especial para los seguidores, los cuales deseaban ver al Juglar con el micrófono en mano, para él sólo (al menos durante una canción).Al comienzo del segundo tema de la noche, “El Arquero del Rey” y ya de vuelta Narci a su lugar, -a la izquierda del escenario-, apareció el actual cantante Miguel Ángel Franco. Tema en el que estalló todo Béjar literalmente, ya que sobre el escenario comenzó el espectáculo pirotécnico, que nos acompañaría durante toda la noche.
Continuando con el segundo disco “Sombras del este” nos encontramos con el tema “La Posada del Poney Pisador”, mítica canción en los conciertos de la banda, en la que el público desaparece de nuestras vistas, sólo se ven cabezas de arriba abajo y cuerpos dando muchos saltos. El suelo de Béjar se quebró, a causa de los saltos sin fin, de un público absorto por un show vibrante y sensacional, durante estos 5 minutos de canción, disfrutamos de la actuación estelar de Manu, un gran malabarista que nos acompañó durante este concierto, para hacernos recordar más aún los conciertos más juglares de la banda. Ya pertenecientes al disco más medieval del grupo; “Legado de Juglares”, disfrutamos de “Sandra” y “Mendigo”.
Se acercaban cinco bombazos musicales como, “El quijote”, “Dracum Nocte”, uno de los temas más aclamados por los seguidores, donde el grupo no defraudó con un gran espectáculo pirotécnico. Tampoco faltaron “Dioses eternos”, canción dedicada al mítico grupo Barón Rojo, “La musa y el espíritu” y “La danza de Nathaniel” tema instrumental, en el que el ya nombrado malabarista Manu nos deleitó jugando durante la canción con mazas de fuego.
Así pues, daban paso al disco “Once Romances desde Al-Andalus”. Temas como “El monte de las animas”, uno de los más coreados y bailados de la noche, “El laberinto de los secretos” o “Wallada la omeya”, una canción que me vais a permitir decir, es muy especial para una servidora y aquella noche no fue menos. Cuando comenzamos a escuchar los coros de “Irae Dei”, sabíamos que el final de este gran concierto se avecinaba. “Traiciona a tus ídolos”, “Nebulosa” y “Aquel paseo sin retorno” nos acompañaron en esa recta final que terminó con “Mentiras de seda pulcra” para finalizar el último lanzamiento del grupo -hasta el momento-.
Pero la noche aún no terminaba, el final del concierto llegó rompiendo el orden cronológico de los discos que venían llevando hasta ese instante, por lo que nos regalaron grandes cañonazos como “La taberna”, “Fiesta” en la que pudimos disfrutar de nuestro ya querido malabarista, que ya nos acompañó hasta el final del concierto con la mitiquísima “Historias del juglar II”, tema que nunca puede faltar en un concierto de Saurom. Un final apoteósico con pirotecnia, malabares, buena música y un publico entregadísimo. En resumen, un momento maravilloso que dejó un gran sabor de boca tanto a músicos, como a espectadores.Lo más destacable de la noche fueron las contadas ocasiones en las que Narci hizo uso de su gaita y flauta (más a menudo de lo que nos tenía acostumbrados en las últimas giras) como siempre de forma maravillosa, desde la primera canción hasta la última, hicieron más especial si cabe el concierto. Tampoco se pueden olvidar esos ratos de diversión, en los que el gran Jose, nos mojaba con su botella de agua a las primeras filas.
Los insignificantes fallos de sonido que se produjeron, no impidieron la diversión de todos los allí presentes. Los instantes más especiales de la noche, llegaron con la felicitación a dos seguidoras del grupo que cumplían años y poco después la dedicatoria del tema “Para Siempre” cantado por Migue a cappella para otra de las fans. Finalizado el concierto, el grupo acogió a todos y cada uno de los fans, que pronto se convirtieron en amigos para hacerse fotos, firmas...Conciertos como estos, demuestran que los prejuicios que se tienen en nuestro país para con las bandas nacionales, están fuera de lugar ya que, muchas de estas bandas, son auténticas joyas por lo que deberíamos apoyar todos este gran talento que nos brindan grupos como Saurom.
Desde TNT queremos felicitar a Saurom por tantos años de carrera y esperamos que como mínimo, sean precedidos por otros quince más.
Texto y fotos: Alba Izquierdo Alonso
